domingo, 6 de septiembre de 2009

Nothing... but better!

Expresar sentimientos es algo peligroso. Nunca sabes cuál puede ser la reacción de los demás. Pero así soy yo, expreso mis sentimientos más rápido de lo normal y a veces acierto, pero otras veces me equivoco. No soy de esperar, no soy de estar tranquilo, las cosas claras y concisas. Pero en cierto modo estoy cambiando, ahora espero más que antes...

Nada, no ha pasado nada trivial (para los de la LOGSE... normal, común) en mi vida desde aquel día. Todo lo que me ha pasado tiene algún sentido, algún futuro, todo lo que ha pasado es nuevo... y eso me gusta.

Me gusta porque todo lo que ha pasado merece de mi atención, son pequeñas cosas por las que merece la pena seguir viviendo o riendo y pasándolo bien en este caso. Creía que todo iba a ser un caos, que todo se volvería oscuro como tantas veces me ha pasado, bueno tantas no, pero me he acostumbrado a ello. Pero no, no ha sido así, en vez de apagarse, la luz se ha encendido...

Y como ya dije hace poco son esas máquinas biológicas las que han ayudado a que esa luz sea una realidad. Son amigos y amigas, no tan amigos ni tan amigas, tú, que eres la que más me ha ayudado (gracias... jajaja), también una amiga de improvisto, a la cual conocía pero no sabía que estaba rondando por ahí.

Son tan importantes esas personas... que merece la pena nombrarlas y que ellas mismas sepan quienes son, merecen que la ayuda que me han prestado sea reconocida por mi persona como algo muy especial en mi vida. Se merecen lo mejor, porque dan lo mejor.

No tenía ni idea, al empezar esta entrada, sobre qué iba a hablar, pero es curioso como las palabras fluyen por sí solas cuando de verdad sientes algo y ese algo te reconforta, te agrada.

¡Gracias a todos vosotros por abrazarme cuando lo necesitaba!
¡Gracias a todas vosotras por reconfortarme cuando lo necesitaba!
¡Gracias a ti, porque me haces reir en los peores momentos, aunque yo la cague constantemente... jejeje, no en serio, gracias!



Si no te gustara tanto meterte en líos,
si eligieras un camino asfaltado alguna vez,
conservarías el sombrero norteño
y la chica triste que te hacia reír.

Aunque no la quisieras, ni ella a ti,
teníais sed, siempre a la vez,
en los mismos lugares, en los bares.
Conservarías el bolsillo repleto
y la chica triste que te hacia reír.

[...]

Siempre hay otro lugar en la frontera,
siempre la esperanza queda, y quizás pueda ser mañana,
que el amanecer te traiga de vuelta
a la chica triste que te hacia reír.

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1 comentarios:

A las 11 de septiembre de 2009, 21:11 , Blogger pablo_huelva ha dicho...

Pues si señor manfredi... hay que salir adelante como sea


Un saludo!

 

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